En el último partido entre Quilmes y Defensores de Belgrano, el club estableció como requisito obligatorio para sus socios la compra de un bono contribución de 5 mil pesos para acceder al Estadio Centenario. Sin embargo, tras el partido, la polémica se encendió en redes sociales cuando el club agradeció «a los 7095 socios que nos acompañaron con su bono», mientras que en el estadio se contaban más de 15 mil personas.
La publicación generó el enojo de varios hinchas, quienes señalaron que la medida no se cumplió efectivamente. En comentarios, denunciaron que el control de los bonos fue inconsistente y que una hora antes del partido se permitió el ingreso de personas sin verificar la compra del bono. Además, algunos aseguraron que muchos no socios también pudieron ingresar sin restricciones.
La implementación del bono generó críticas no solo por los controles, sino también por la dificultad para adquirirlo: los hinchas debían comprarlo de forma presencial y en efectivo, lo cual fue percibido como una traba, especialmente al tratarse de un requisito que, según algunos socios, contradecía el estatuto del club al establecer la obligatoriedad de un pago adicional.
Tras la polémica, la dirigencia de Quilmes enfrenta la disyuntiva de si mantendrán el bono en futuros encuentros en el Centenario, mientras los hinchas piden explicaciones sobre la recaudación, que habría sido de alrededor de 39.525.000 pesos, y sobre el destino de esos fondos.
