Tras el paro de colectivos, sigue la negociación salarial

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En medio de una interna sindical que quedó hoy en evidencia, la Unión Tranviarios Automotor cumplió las 24 horas de paro que afectó a 300 líneas de colectivos y a millones de pasajeros en el AMBA.

Para este miércoles está prevista una audiencia en Trabajo entre la UTA y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) por la paritaria de los colectiveros a nivel nacional, ya que las negociaciones salariales que fracasaron en las últimas horas se limitaban a las empresas del AMBA.

El secretario gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Gabriel Gusso, afirmó que si no se logra el salario de “dos millones y medio de pesos” que exigen para los choferes irán hacia un paro “por tiempo indeterminado”.

No obstante, el gremio desconoció horas más tarde a Gusso como vocero, lo cual refleja una dura interna sindical.

En declaraciones a Noticias Argentinas, Gusso manifestó que el presidente Javier Milei debe llamar al titular de UTA, Roberto Fernández y “poner la plata” que piden; asimismo, advirtió que que ya no quieren «más promesas” por parte del Gobierno Nacional.

“Las bases le están pidiendo al Consejo Ejecutivo Nacional un plan de lucha que va a partir de una asamblea. Si el reclamo no es escuchado, se va a pedir el paro por tiempo indeterminado. Vamos a ir para adelante, no vamos a dar un paso para atrás. Estamos firmes”, sentenció Gusso.

En la misma línea, Gusso expresó que los trabajadores del transporte “quieren cobrar lo que les corresponde” y que, en estos momentos, “no quieren participar de la negociación de subsidios” ni de los aumentos del boleto, porque sería “dilatar” el reclamo que están haciendo hoy.

“Si me llegan a pagar los empresarios yo los defiendo también contra el Gobierno por el tema de los subsidios y el boleto… Damos la charla, conozco el tema, pero yo me tengo que centrar en el salario que es dos millones y medio para el trabajador”, señaló.

Además, subrayó la importancia de la tarea de los choferes y que, como sindicato, no pueden permitir que tengan dos trabajos para llegar a fin de mes porque eso pondría en peligro su propia vida y la de los pasajeros.

“Tienen que estar atentos para poder conducir el vehículo. Si están cansados, se duermen, pueden chocar y ponen en riesgo a la gente que va en el pasaje, a la que está en la ciudad o en la ruta. No se le puede pedir que se busque otro trabajo porque tiene que descansar. No puede pestañear con semejante mole porque hace un desastre y después empezamos a lamentar cosas. Es una responsabilidad muy grande que tienen ellos manejando y nosotros como sindicalistas, para representarlos”, dijo Gusso.