En medio del desplome de la industria del acero, Acindar acordó con la UOM Villa Constitución un plan de suspensiones escalonadas que afectará a casi 1.000 empleados hasta fin de año. La medida busca recortar costos y evitar despidos, en un contexto de caída de la producción y la demanda, agravado por la política económica del gobierno libertario.
Las suspensiones comenzarán con 200 operarios la próxima semana y alcanzarán a 970 empleados en el año. Los afectados cobrarán el 80% del salario en febrero, el 78% en marzo y el 75% de abril a diciembre. A esto se suma un plan de retiros voluntarios, con 200 adhesiones desde enero, y la posible eliminación de otros 200 puestos indirectos mediante la renegociación de contratos con empresas tercerizadas.
Las cinco fábricas de la empresa –en Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes– enfrentan paradas de producción, suspensiones y recortes. En 2024, la siderúrgica fabricó 600.000 toneladas de acero, la mitad de lo producido en 2023.
Para empeorar el panorama, Estados Unidos, en teoría un aliado de Milei, decidió aplicar un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio, perjudicando a empresas como Acindar, Aluar, Ternium y Tenaris. Con la demanda interna en caída libre y el mercado externo cada vez más complicado, la crisis del acero en Argentina se profundiza.