El Club Argentino de Quilmes atraviesa un momento agridulce. Mientras el equipo dirigido por Adrián “El Pirata” Czornomaz se prepara para disputar una nueva final en su lucha por el ansiado ascenso, los problemas institucionales y las polémicas en torno a su dirigencia han generado malestar en socios e hinchas.
El conjunto, que viene de vencer a Excursionistas en las semifinales, se enfrenta por segundo año consecutivo a esta instancia definitoria tras quedar eliminado en penales ante San Miguel la temporada pasada. Con 80 puntos acumulados en la tabla general, solo por detrás de Colegiales, “El Criollo” demostró ser uno de los equipos más regulares del campeonato. La continuidad de una base sólida, refuerzos de experiencia como Leandro González y Mauro Bogado, y la influencia de Czornomaz han consolidado al equipo dentro del campo de juego. Sin embargo, la situación fuera de él es otra historia.
Un club en manos de capitalistas
La gestión del presidente Hernán Romero, en conjunto con Javier Campesi y el socio conocido como Píres, ha generado una ola de críticas por parte de la comunidad del club. Estos tres dirigentes han sido señalados como los principales responsables de la creciente privatización y mercantilización de la institución, una situación que muchos socios ven como un ataque directo al carácter social y deportivo que siempre identificó al club.
Las decisiones de la cúpula dirigencial han estado marcadas por la falta de transparencia y comunicación con los socios. Desde la venta de activos hasta la gestión de los ingresos por derechos de televisión y patrocinadores, todo parece concentrarse en beneficiar intereses personales antes que al club. “Están haciendo del club una empresa, olvidándose de los hinchas y la historia de Argentino de Quilmes”, declaró un socio veterano que prefirió mantener el anonimato.
El peso de la protesta social
La indignación no solo se manifiesta en redes sociales, sino también en el estadio y las asambleas. Durante los últimos partidos, varios grupos de hinchas han desplegado banderas y pancartas con mensajes de rechazo a la dirigencia. “Romero y su banda fuera del club” o “Argentino no está en venta” son solo algunas de las consignas que resuenan en las tribunas.
A pesar del enojo, la dirigencia parece hacer oídos sordos. La falta de rendición de cuentas y las decisiones unilaterales no hacen más que avivar el conflicto. Incluso algunos exdirectivos han alzado la voz, denunciando irregularidades y posibles manejos turbios en las finanzas del club.
El dilema del hincha: Apoyar al equipo o enfrentar a la dirigencia
Con la final a la vuelta de la esquina, muchos hinchas enfrentan un dilema moral. Por un lado, está el deseo de apoyar al equipo en un momento histórico; por otro, la convicción de que un triunfo podría ser utilizado por la dirigencia para reforzar su control sobre el club.
Mientras tanto, el futuro de Argentino de Quilmes sigue siendo incierto. Aunque el éxito deportivo está al alcance, las grietas institucionales amenazan con desmoronar los pilares que sostienen a este histórico club del fútbol argentino. ¿Será posible revertir la situación y devolver el club a sus verdaderos dueños: los socios y los hinchas? La respuesta, por ahora, está tan disputada como el ascenso que busca “El Criollo”.