El oriundo de Quilmes , Mario Franini lidera desde hace casi 20 años un numeroso grupo de ciclistas que entrena semanalmente y recorre el país en bicicleta. Juntos realizan travesías como el ascenso al filo de Merlo, el circuito del Valle de Río Pinto y la travesía a Mar del Plata.
El referente del grupo dialogó en exclusiva con Diario El Sol y nos comentó los pormenores de su última bicicleteada. El grupo de ciclismo que encabeza Mario Franini sale a entrenar con intensidad. Son parte de una comunidad que no para de crecer y que ya suma alrededor de 300 integrantes, distribuidos entre principiantes, intermedios y avanzados.
A lo largo de la semana se realizan distintas salidas, pero los mayores desafíos se viven los fines de semana, cuando el pelotón se lanza a rutas de alta exigencia física y mental.
Entre los retos que encaran se destacan el ascenso al filo de Merlo, en San Luis, a más de 4.500 metros sobre el nivel del mar; la realización del circuito completo del Valle del Río Pinto, en Córdoba; y la clásica travesía hacia Mar del Plata, que Franini ya completó cuatro veces.
En la última edición fueron 46 ciclistas quienes completaron el recorrido hasta la costa atlántica.“No es fácil coordinar a tanta gente, sobre todo en un viaje así, en el que hay que levantarse temprano, pedalear por ruta y mantener el grupo junto pero me encanta hacerlo y lo hago con muchísima pasión”, aseguró Franini.
“Además, en cada viaje llevamos donaciones al merendero de Maipú . Esa parte solidaria también nos une mucho como grupo”
Las condiciones del clima, como suele pasar en el ciclismo de larga distancia, pueden ser determinantes. “Nos tocó un viento en contra fuertísimo, con ráfagas. Rodamos a 19 o 20 km/h, cuando solemos ir a 30 o 32. Para que nadie quede atrás armé dos pelotones: adelante los más fuertes, en el medio quienes necesitaban más apoyo, y atrás otro pelotón con la misma estrategia”, explicó el instructor.
Además de liderar este grupo, Mario Franini es profesor de spinning y entrena en el gimnasio. Su preparación para los desafíos arranca allí, pero a medida que se acercan las fechas más importantes, la estrategia cambia: “Dejamos el gimnasio y empezamos a meter kilómetros arriba de la bici”.
Más allá de la preparación física, el ciclista destaca que el componente mental es clave: “Esto es totalmente mental. Obviamente hay que entrenar, pero yo llevé a Mar del Plata a gente de 75 años, y también a personas que hace un año no llegaban ni al río de Hudson.
