La Justicia de Quilmes ordenó el sábado la detención inmediata de un joven influencer financiero acusado de dirigir un esquema Ponzi que habría perjudicado a más de un centenar de ahorristas en Berazategui. La medida fue solicitada por el fiscal Ariel Rivas y autorizada por un juez de garantías, tras la denuncia de las primeras víctimas que perdieron su dinero.
El esquema salió a la luz cuando cerca de 100 presuntos damnificados se manifestaron en la entrada del country donde vivía el influencer, exigiendo respuestas tras la pérdida de sus ahorros. Según los testimonios, el joven prometía duplicar el capital en poco tiempo, pero nunca explicó con claridad las inversiones que realizaba, lo que despertó sospechas de que se trataba de un fraude.
La presión social escaló cuando los vecinos del barrio privado solicitaron que abandonara el lugar, lo que el acusado confirmó en redes sociales al mostrar su mudanza a un barrio anterior. Paralelamente, durante la última semana, más de 30 víctimas formalizaron denuncias en la fiscalía de Quilmes, lo que impulsó la intervención judicial.
Además del influencer, el juez ordenó la detención de su hermano y una amiga, quienes habrían colaborado en el esquema. La amiga fue arrestada y se le incautaron celulares, memorias y computadoras, que serán analizadas por personal especializado en Delitos Complejos y Ciberdelitos.
Sin embargo, hasta el momento, los hermanos continúan prófugos, y las fuerzas policiales trabajan para localizarlos.
El fiscal Rivas investiga el caso bajo la hipótesis de un esquema Ponzi, una modalidad de estafa en la que las ganancias prometidas a los inversores iniciales se pagan con el dinero de nuevos participantes, sin que exista una actividad legítima que sustente los rendimientos.
Este tipo de fraude suele atraer a víctimas con promesas de altos retornos en poco tiempo, pero termina colapsando cuando no hay suficientes nuevos aportantes para sostener el esquema.