En el Centro Médico San Martín no atienden los teléfonos ni a los afiliados de PAMI

Se suman las quejas por la mala atención en el sanatorio de Ezpeleta. Los pacientes aseguran que tardan días en comunicarse y cuestionan a los empleados administrativos

En la San Martín no atienden los teléfonos
La Clínica San Martín de Ezpeleta sigue en el centro de la polémica y de los reclamos (Archivo El Sol)

La Clínica San Martín de Ezpeleta generó en las últimas semanas airados reclamos de los pacientes, por una cuestión elemental como la atención del teléfono. Los vecinos que hicieron públicas sus quejas aseguran que los recepcionistas no responderían a las llamadas de manera deliberada y que en todo el sanatorio «parece que detestan a nuestros adultos mayores».

Además, desde el centro médico se encuentran en un conflicto con PAMI ya que desde hace un año no atiende a sus afiliados y se espera que se realice un desalojo ya que la clínica continúa con la desatención y los malos tratos para los jubilados

El caso de Laura Fernández, hecho público en la web, es un ejemplo. La mujer dijo que pasó «horas para que atiendan el teléfono. Voy personalmente y soy testigo de cómo lo dejan sonar sin inmutarse. Mi madre ha esperado hasta 4 horas teniendo demencia progresiva, degenerativa e irreversible, sin embargo cuando llegamos 7 minutos tarde no la atendieron. Mucho lujo en vano, parece que detestan a nuestros adultos mayores».

Lucho Diaz coincidió con su relato. «Últimamente las secretarias y/o recepcionistas te atienden de muy mala manera. Además de que llamás para hacer alguna consulta o pedir turno y te atienden y cortan. Me da que pensar que no quieren».

Leonard contó que «llamé a la 16 para pedir turno. La telefonista me dijo que debería llamar el lunes. Llamé el lunes desde las 10 y durante toda la tarde. El teléfono sonaba y sonaba pero nadie atendía. A las 17.30 me logré comunicar y la telefonista me dijo que el horario para pedir turno de 10 a 17. Sin embargo el viernes llamé antes de las 17 y no quiso atenderme. Evidentemente a esa persona no le gusta su trabajo, porque las dos veces que me comuniqué tenía tiempo de sobra para darme un turno».

Por último, Sergio Morales opinó que es «un desastre la atención y demoras, al menos hablo por mi madre: solo medicación, ningún estudio. Desorganización y falta de información en la entrega de recetas, el personal administrativo parece no entender nada», concluyó.

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