Gol es gol: para pelear, hay que estar a la altura

Gracias a un muy buen rendimiento del equipo y a victorias logradas ante rivales encumbrados, Quilmes se metió en la pelea de arriba en la Zona A de la Primera Nacional.
A pesar que resignó puntos en las últimas dos fechas ante equipos que están en otra historia como Estudiantes de Río Cuarto en la fecha anterior y ante Temperley el domingo pasado, aun permanece en un sitio privilegiado y aunque con algunos puntos de distancia, todavía se mantiene en la lucha de arriba.
Más allá de lo matemático, donde no puede resignar más puntos ante rivales a los que le lleva más de 10 puntos, debe solucionar otras cuestiones más profundas.
El técnico Facundo Sava equivocó el planteo en los últimos dos partidos y se mostró irresoluto desde el banco de los suplentes ante las circunstancias que fueron planteando ambos partidos.
En el caso de Estudiantes, cuando el rival se quedó con uno menos a los 30 del primer tiempo y en el de Temperley las variantes que tuvo el juego y sobretodo el resultad, donde hubo una reacción tardía del DT.
En lo externo Sava sigue enfrentado con el periodismo local, en una relación rota que pareciera no tener vuelta atrás. Pero en la que la directiva tomó como causa propia y se puso de la otra vereda de la prensa quilmeña.
Pero la directiva tiene varios problemas internos, donde la autoridad del presidente queda expuesta y debilitada en cada una de las acciones que se realizan. Además, las discusiones públicas entre pares están a la orden del día.
El papelón del final del partido, peleándose con un alcanzapelotas, no puede volver a repetirse. El grado de nerviosismo es tal que pareciera que desde afuera no se puede pelear por el ascenso. A lo largo de la historia de Quilmes ese fue un objetivo habitual que en los últimos años se había dejado de lado. Para pelear hay que estar a la altura.

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