El agotamiento por calor y el golpe de calor son trastornos ocasionados por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso (ejercicios) en altas temperaturas.
En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura.
El golpe de calor es una forma grave de lesión por calor y la temperatura del cuerpo alcanza los 40° C o más.
Siempre es importante estar alerta a los síntomas y se debe consultar al médico y tomar conductas activas.
El agotamiento por calor es un estadio previo al golpe de calor hay que reconocerlo para prevenir una situación más grave:
- Sudoración excesiva.
- En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina).
- Piel pálida y fresca.
*Sensación de calor sofocante. - Sed intensa y sequedad en la boca.
- Calambres musculares.
- Agotamiento, cansancio o debilidad.
- Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos.
- Dolores de cabeza.
- Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).
- Mareos o desmayo.
Mientras que el golpe de calor es una situación muy grave: - Temperatura del cuerpo 39°C – 40°C o mayor (medida en la axila).
- Piel roja caliente y seca (se agota la transpiración).
- Respiración y frecuencia cardiaca acelerada.
- Dolor palpitante de cabeza.
- Alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
- Convulsiones
Aquellos que tienen mayor riesgo son: - Los menores de 5 años y más aún los menores de 1 año.
- Los niños con enfermedades crónicas que pueden ser: cardíacas, renales, mentales o neurológicas y otras.
- Los niños con fiebre por otra causa o diarrea.
- Los niños que presentan obesidad o desnutrición.
- Los que tienen la piel quemada por el sol.