Indio Gómez: «ojalá me llegue la chance»

No pierde la ilusión de ser técnico del Cervecero en un futuro no muy lejano. El ídolo se refirió a las razones del doble trasplante al que debió someterse hace un año y medio y expresó su deseo de visitar a la familia donante en Santiago

El ídolo de Quilmes, Omar Indio Gómez, no ocultó su deseo de dirigir al Cervecero y en una nota, donde hizo un recorrido de su paso por la institución, se refirió al doble trasplante que recibió hace un año y medio.
«Yo tengo hígado y riñón nuevo, así que me siento un pibito y solo tengo 65 años. Ojalá me llegue la chance de dirigir a Quilmes», le dijo ayer al programa Un Buen Momento de Radio La Red.
En la sección «¿Qué es de la vida de…», junto a los conductores Gustavo López y Hugo Balassone, hizo un repaso de las principales anécdotas y recuerdos de su paso por Quilmes.
Pero también se refirió al doble trasplante de hígado y riñón que le realizaron el 12 de septiembre de 2018 en el Hospital El Cruce, en una intervención a cargo del doctor Juan Matera.
«A mí me tocó esto por no haber hecho las cosas bien. Empecé a creer que era Dios, que nunca me iba a pasar nada. El alcohol me llevó a un trasplante y mis hijos fueron fundamentales para poder pasar por ese momento», indicó el Indio.
A la vez que asumió la responsabilidad de la enfermedad. «La culpa fue mía, porque me sacaron el hígado porque no servía más y después el riñón. De pibe me iba tan bien en el fútbol que me sentía Dios, no podía caminar por la peatonal de Quilmes y todos me regalaban cosas. Desayunaba y almorzaba con champagne y eso me mató. Ahora hasta el 24 de diciembre brindo con agua: no tomé más. Hoy estoy vivo y lo agradezco».
El Indio confesó que quiere cumplir con una cuenta pendiente: «tengo el deseo de ir a Santiago del Estero para agradecerle a la familia que me dono el hígado para mi transplante».

Otros temas

Se mostró agradecido por el cariño que recibe de parte de la gente de Quilmes. «La verdad es que hasta hoy me agradecen lo que pude darles dentro de la cancha y me lo hacen saber. Con el tiempo uno va tomando la dimensión de la felicidad que les dí. Que me comparen con (José Luis) Garrafa Sánchez o digan que fui el (Ricardo) Bochini de Quilmes ya para mí es un halago».
Y agregó: «también lo fue cuando Miguel Caneo vino a Quilmes y pidió conocerme. Me quedé con su camiseta y somos grandes amigos. Es un tipo sensacional como también lo son el Máquina (Adrián) Giampietri o el Chapu (Rodrigo) Braña que son ídolos de Quilmes».
En la nota hubo un recuerdo para la vez que bajó en helicóptero: «fue algo espectacular» o la historia de los botines blancos: «fue todo de casualidad, jugamos más de tres con esos botines».
Y finalmente se describió como futbolista: «jugando era una atrevido, pero la gente me eligió, daba la vida por la camiseta de Quilmes».

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Sebastián Kerle