Un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló el fuerte impacto que la crisis económica y las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei han tenido en el empleo privado. Según el análisis, entre noviembre de 2023 y agosto de 2024, el empleo en el sector privado registró una caída del 2,2%, una cifra que supera la baja en el empleo público, evidenciando la repercusión de las políticas de ajuste en el ámbito laboral.
El informe señala que, si bien la administración pública también sufrió una baja en el nivel de empleo, la mayor carga del ajuste recayó en el sector privado, afectando tanto a las pequeñas y medianas empresas como a las grandes corporaciones. La contracción de la actividad económica y la incertidumbre sobre el futuro económico habrían llevado a múltiples empresas a reducir su plantilla de trabajadores, aumentando así la vulnerabilidad laboral en distintos sectores de la economía.
Desde el CEPA advirtieron que las políticas de ajuste, promovidas como necesarias para reequilibrar las finanzas públicas, terminaron por impactar en las empresas y en la estabilidad del empleo, al no acompañarse de medidas de reactivación económica. La falta de estímulo a la producción y la demanda, junto con el aumento en los costos de insumos, han obligado a muchas empresas a reducir sus operaciones y ajustar su personal, lo que generó una fuerte caída en la tasa de ocupación privada.
Los economistas del CEPA advierten además que, en este contexto, la capacidad de recuperación del empleo se vuelve incierta, ya que el ajuste estructural ha afectado los sectores productivos y ha deteriorado la capacidad de consumo de la población. Sin una estrategia de reactivación concreta, señalan, los empleos perdidos podrían no recuperarse en el corto plazo, afectando la estabilidad económica y social.
Frente a este panorama, tanto sindicatos como organizaciones del sector privado han comenzado a manifestar su preocupación por la situación laboral. Solicitan políticas de alivio económico que permitan a las empresas retomar su actividad sin la necesidad de recurrir a despidos, y a su vez, reclaman una revisión del programa de ajuste impulsado por el Gobierno, que consideran ha profundizado la crisis en el sector productivo.
La situación plantea serios desafíos para el gobierno de Milei, que enfrenta presiones desde distintos sectores para revisar su enfoque de política económica y priorizar medidas que garanticen la estabilidad laboral y fomenten la recuperación económica. En un contexto de creciente desempleo en el sector privado, las demandas de protección y estímulo al trabajo productivo se vuelven cada vez más urgentes.