Debido a la difusión en los medios quilmeños sobre la grave falta de respeto del presidente de Quilmes, Mateo Magadan sufrida por la prensa, en la previa del partido ante Alvarado, la directiva de QAC tomó una decisión.
Lejos de pedir disculpas, redoblaron la apuesta contra la prensa de Quilmes cerrando las puertas de los entrenamientos e impidiéndoles tomar contacto con los jugadores durante toda la semana. Siguen los atropellos y la censura en el QAC.