Un nuevo episodio en la disputa entre La Libertad Avanza y el PRO ha encontrado un terreno inesperado en la Ciudad de Buenos Aires: la fecha de inicio de las clases. Este conflicto, que se inscribe en un escenario político de tensiones crecientes, se encendtico de tensiones crecientes, se encend\u00i3 luego de que el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, propusiera posponer el inicio del ciclo lectivo hasta después de los feriados de Carnaval, previstos para el 3 y 4 de marzo. La sugerencia, enmarcada en un intento por impulsar una temporada de verano marcada por la baja afluencia de turistas, no tardó en recibir una respuesta tajante desde el gobierno porteño.
Desde el Ministerio de Educación de la Ciudad, bajo la administración de Jorge Macri, descartaron de plano la posibilidad. “No es una posibilidad, ni siquiera remota”, afirmaron fuentes oficiales. La postura del PRO enfatiza el cumplimiento del calendario escolar previamente establecido, que fija el inicio de clases en febrero, una tradición que busca garantizar los 190 días de clases estipulados por ley.
La propuesta de Scioli surge en un contexto de preocupación por los indicadores de la temporada veraniega. Con estadías más cortas, menor consumo y una creciente preferencia por destinos internacionales más competitivos, el sector turístico nacional enfrenta un desafío significativo. Según el secretario, retrasar el inicio del ciclo lectivo podría extender el periodo vacacional y dar un impulso económico a las localidades turísticas nacionales.
Sin embargo, la iniciativa choca con los objetivos del PRO de priorizar la educación y mantener la regularidad del calendario escolar. Esta postura también responde a un contexto político en el que el partido busca diferenciarse de las políticas impulsadas por el oficialismo nacional, en un clima de tensión que se intensifica de cara a las elecciones.
La Ciudad de Buenos Aires se ha convertido en un campo de batalla clave para ambas fuerzas políticas. Mientras La Libertad Avanza busca posicionarse con propuestas que cuestionan el status quo, el PRO intenta consolidar su liderazgo en el distrito. En este escenario, incluso temas tradicionalmente ajenos a la disputa política, como el calendario escolar, se convierten en motivo de enfrentamiento.
El debate sobre la fecha de inicio de clases no solo revela las diferencias entre ambas fuerzas, sino que también pone en evidencia la complejidad de equilibrar las necesidades del sector turístico con las demandas del sistema educativo. En última instancia, esta controversia podría ser un anticipo de cómo se desarrollarán las próximas pugnas políticas en un año clave para el país.