La reciente decisión del ministro de Economía, Luis Caputo, de reducir los aranceles a la importación de productos textiles generó una fuerte preocupación en toda la cadena productiva del sector. La medida, que busca fomentar la competencia y contener los precios, fue rechazada por empresarios y trabajadores textiles, quienes advierten sobre el impacto negativo que podría tener en la industria nacional.
Desde la cadena textil alertan que la reducción de aranceles podría favorecer el ingreso de productos extranjeros a precios más bajos, afectando la producción local y poniendo en riesgo miles de empleos. «Hace 20 meses que nuestros precios crecen por debajo del IPC, por lo que no se justifica una medida de este tipo», señalaron representantes del sector.
Las cámaras empresarias y los sindicatos ya manifestaron su rechazo a la iniciativa y adelantaron que solicitarán reuniones con las autoridades para discutir alternativas que permitan proteger a la industria sin generar un impacto negativo en el consumo.
El debate sobre la apertura comercial y sus efectos en la industria textil vuelve a estar en el centro de la escena, mientras el sector aguarda definiciones sobre posibles medidas complementarias para mitigar el impacto de la decisión gubernamental.