Bajo la consigna “El Garrahan no se rinde”, los trabajadores del Hospital Pediátrico Garrahan realizaron este miércoles un nuevo paro de 24 horas en demanda de aumentos salariales y mayor presupuesto para garantizar la atención de miles de niños y niñas. La medida de fuerza estuvo acompañada por una movilización hacia el Ministerio de Salud, donde los manifestantes visibilizaron su preocupación por la creciente pérdida de profesionales y el vaciamiento de áreas clave del hospital.
Los empleados del Garrahan, uno de los hospitales pediátricos más importantes del país, vienen denunciando desde hace meses la crisis que afecta a la institución. Según informaron, los bajos salarios y la falta de inversión pública han generado una «sangría» de profesionales de la salud, que optan por emigrar a otros centros de atención o al sector privado en busca de mejores condiciones laborales. Esto no solo afecta la calidad de vida de los trabajadores, sino que también repercute directamente en la atención que reciben los pacientes.
“Estamos pidiendo lo mínimo: salarios dignos y presupuesto suficiente para seguir brindando la atención de calidad que nuestros pacientes merecen”, declaró uno de los médicos en la protesta. Los manifestantes señalaron que en muchas áreas del hospital faltan insumos básicos y que la sobrecarga laboral ha hecho que algunos servicios estén al borde del colapso.
Además del reclamo salarial, la movilización se centró en la necesidad urgente de un aumento del presupuesto destinado al hospital. “Sin recursos no se puede seguir garantizando la atención de miles de niños y niñas que vienen al Garrahan desde distintos puntos del país. El hospital está en una situación límite”, advirtió un delegado sindical.
Por su parte, desde el Ministerio de Salud aún no ha habido respuestas concretas a las demandas de los trabajadores. Sin embargo, los empleados del Garrahan aseguran que no descartan nuevas medidas de fuerza si no obtienen respuestas satisfactorias.
La situación del Garrahan es un reflejo de la crisis que atraviesa el sistema de salud pública en Argentina, donde el ajuste presupuestario y la falta de políticas efectivas han puesto en jaque la atención sanitaria. Los trabajadores siguen firmes en su lucha, exigiendo que se tomen medidas para evitar el vaciamiento del hospital y garantizar la atención de los pacientes más vulnerables.