Un carnicero de Quilmes admitió que desde que comenzó el aislamiento obligatorio los cortes de carne aumentaron entre un 15 y un 20%, a pesar de una notoria caída en las ventas.
El abastecimiento depende de cada jornada y los pagos a los proveedores deben realizarse en efectivo o se hacen un día después, lo que complica la actividad.
Asimismo, la pandemia de coronavirus hizo que muchos trabajadores no puedan concurrir a su trabajo e los frigoríficos, lo cual complica aún más la actividad.
Entrevistado por América TV, el comerciante admitió que la actividad cayó notoriamente, que algunos días no hay ciertos cortes de carne y que los póximos días serán más complicados.
En otros sectores del país aseguran que la caída de las ventas es de un 30%.
Especialistas señalan en tanto que los precios dependen de las decisiones del mercado de Liniers y que la suba de los precios no tiene causas concretas.