La Clínica Materno Infantil Brandsen suma quejas

Pacientes del sanatorio cuestionan a los profesionales del centro médico por recetar medicamentos que luego son rechazados por otros profesionales. El caso de una madre que asegura que su hija fue "mal diagnosticada"

La Clínica Materno Infantil de Brandsen Nº 128 sigue siendo cuestionada por la calidad de atención

Las dudas sobre los profesionales que trabajan en la Clínica Materno Infantil Brandsen, a menos de un año de la detención de un médico trucho, siguen firmes entre los pacientes.

Es que una madre denunció que llevó a su hija a la guardia pediátrica, donde un médico «sin título» dio medicamentos a la pequeña que, según profesionales de Casa Cuna, le podrían «romper el estómago».

La Guardia Pediátrica es «un asco», contó Claudia Lasetz, que llevó a su hija hace días en el sanatorio de Brandsen Nº 128. «Atendió a mi nena un señor que de pediatra no tenía ni el título, le mandó un montón de medicación para un tratamiento».

Sin embargo, Claudia no quedó satisfecha con la atención ni con la gran cantidad de remedios recetados. «Al yo no quedar conforme, me la llevé a Casa Cuna, me dice la pediatra que menos mal que no le di nada porque le iba a romper el estómago. La maldiagnosticó», resumió la madre.

Las dudas surgen al recordar al médico trucho que fue detenido hace casi un año y cuyo juicio está pronto a iniciarse en los Tribunales de Quilmes. Jorge Daniel Zapata, de 61 años, con domicilios en San Justo y Villa Luzuriaga, fue detenido el 9 de junio bajo graves acusaciones.

De acuerdo a datos de la ANSeS, el imputado tuvo diferentes empleos a lo largo de su vida: trabajó en una fábrica de plástico y en una empresa de seguridad privada. Y desde septiembre de 2020 se desempeñaba -de modo ilegal- en la Clínica Materno Infantil Brandsen.

En el centro sanitario se presentaba como supuesto profesional de especialidades como Traumatología, Pediatría y Clínica. Atendía a niños y a adultos que se iban a tratar, hacía recetas y extendía certificados utilizando sellos apócrifos de distintos médicos reales.

Ejercía la actividad en forma esporádica y en horarios discontinuos. Eso mismo llamó la atención de la Justicia, que inició una investigación a raíz de varias denuncias en redes sociales, donde usuarios señalaban a un presunto profesional que atendía de manera alternada en distintos centros de salud de la zona.

El caso estuvo en manos el fiscal Jorge Saizar, titular de la UFI Nº 5 de Quilmes, quien imputó al acusado por el delito de ejercicio ilegal de la medicina, usurpación de títulos y honores y encubrimiento agravado.
Pero además se constató que Zapata cuenta con un pedido de captura del Tribunal Oral Federal Nº 4 de San Martín por el delito de encubrimiento agravado.

Y por otra parte, se descubrió que además estaba cumpliendo una pena domiciliaria, con una tobillera electrónica, a consecuencia de una condena en la Justicia porteña por otra causa, en este caso tenencia de estupefacientes.

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