La Diócesis de Quilmes comunicó el estado de situación de laicos, diáconos y sacerdotes con diferentes afecciones en la actual pandemia.
En esta oportunidad, el detalle fue preparado por el Presbítero Leonardo Sala, que es el Delegado Episcopal para el protocolo de intervención y traslado del presbiterio de la Diócesis ante la pandemia de COVID-19, y estas son las novedades en el estado de salud de laicos, diáconos y sacerdotes.
Las siguientes hermanas y los siguientes hermanos están con diagnóstico positivo y en aislamiento por contacto estrecho, pero con buena evolución y seguimiento:
- Claudio Spícola, vicedirector de Caritas Diocesana, y familia.
- Diácono Luis Mayer, de la Parroquia Santa María de Hudson y Santa Isabel de Plátanos, y su esposa.
- Guillermo Cejas, salesiano de la comunidad de Don Bosco y por contacto estrecho está aislada toda la comunidad religiosa.
- Raúl Roldán, candidato al diaconado, y su esposa Claudia de la parroquia Nuestra Señora de la Paz, de Florencio Varela, ya con posible planificación de alta para mañana (viernes).
- Diácono Hernán Rollano, de la Parroquia La Anunciación del Señor, de Quilmes, presentó un cuadro de hipertermia con evaluación reservada que amerita conducta expectante hasta terminar de evaluar correctamente los cultivos y su evolución hemodinámica.
El informe del Presbítero Sala dice que «quiero compartir que nos encontramos en la Arquidiócesis de Mendoza, con el Padre Christian y el Padre Obispo Maxi. Hemos venido especialmente a visitar a nuestro querido hermano el Padre Félix Gibbs, quien estuvo internado y ahora se está recuperando. El padre Félix padece de una enfermedad en estudio por complicaciones renales. La visita nos permite constatar que se encuentra bien cuidado y sostenido por su comunidad, familia y amigos, y en estrecho vínculo con los obispos de Mendoza nuestro querido Marcelo Colombo y su auxiliar Marcelo Mazzitelli, a quienes agradecemos profundamente.
Además, como muchos saben, también yo estoy padeciendo una enfermedad oncológica diagnosticada el mes pasado. Ya he comenzado las aplicaciones de quimioterapia y me siento bastante bien. Mi estado de salud me permite continuar con mis servicios y una vida normal. Agradezco los gentos de cercanía y cariño que voy recibiendo en este tiempo».
Y también señala que «Nuestro Padre Obispo Carlos (Tissera) ha puesto a la Diócesis en estado de oración en este tiempo tan difícil, nos unimos en rezo por tantos enfermos y necesitados. Rezamos por todos ellos y acompañamos a sus familias y sus comunidades confiados en la segura intercesión del Siervo de Dios Padre Obispo Jorge Novak en la novena a nuestra madre de Luján».