Se terminaron los ahorros

Final del partido
Los ahorros conseguidos en el arranque de la temporada se esfumaron

El problema no es la extraña diferencia entre el rendimiento del equipo de visitante o de local, sino que pasa por analizar el conjunto. Ver la foto completa y no buscar insólitas rachas para intenta encontrar una explicación.

Desde lo numérico queda en claro la pobrísima campaña de Quilmes como visitante. “Por primera vez en su historia, Quilmes acumula seis partidos sin anotar en la segunda categoría. Además, iguala las dos peores rachas en Primera División: Clausura 1992 y Torneo de 1ra. 2016/2017 (Ambos culminaron con descenso)”, recordó el periodista Daniel Novoa en su cuenta de tw.

También fuera del estadio Centenario solo pudo convertir tres goles y los hizo en el primer partido que jugó como visitante y en el único triunfo que consiguió en esa condición (ante Ferro). En lo que va de la temporada (casi una rueda), ganó un partido, empató dos y perdió cuatro (5 puntos). El Cervecero sumó el 23.81 por ciento de las unidades en juego. Solo tres equipos de la zona consiguieron menos que Quilmes: Gimnasia de Jujuy (4 puntos) y Villa Dálmine y Chaco For Ever que perdieron todos los partidos que jugaron como visitantes.

¿Es solo un problema de local o visitante? No, el equipo en los últimos 7 partidos (contando ambas condiciones) convirtió tan solo 2 goles. Una cifra muy escasa para un conjunto que se precie de candidato al ascenso.  Mientras que en las primeras 8 fechas gritó 16 goles.

Indudablemente algo preocupante le está sucediendo al equipo desde hace rato y no solo se limita a jugar en el Centenario o afuera de su estadio. El entrenador Mario Sciacqua no le encuentra la vuelta a un equipo que se cayó de manera estrepitosa hace varias fechas. Más allá de algunos resultados positivos como el triunfo ante Chaco For Ever o el empate ante Chacarita, el resto fueron negativos: empates con Tristán Suárez y Dálmine y derrotas frente a Deportivo Maipú, Independiente Rivadavia y Mitre.

Hace rato que Quilmes no juega bien y no pasa por una cuestión de actitud, si se es o no se es más o menos agresivo; pasa por el juego. La manera directa de atacar se fue quedando sin respuestas. Los cambios de dibujo táctico tampoco le dieron resultados. El plantel dejó de tener recambio y muchas individualidades que están dentro del campo de juego y muchas otras  afuera no están a nivel.

El panorama es preocupante. Los ahorros conseguidos en las primeras ocho fechas se terminaron y Quilmes ahora vive al día.

SEBASTIÁN KERLE

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