La empresa AySA ha definido un esquema diferenciado para la interrupción del servicio de agua potable en casos de usuarios que registren deudas, segmentando las medidas según se trate de domicilios particulares o comerciales.
En el caso de los usuarios residenciales, AySA no podrá cortar completamente el suministro de agua. Sin embargo, implementará un mecanismo que reduce el caudal mediante un precinto colocado en la conexión. Esto se traducirá en una disminución de la presión del agua, lo que afectará la vida cotidiana de las familias, aunque garantizará el acceso básico al recurso. Además, la empresa no realizará cortes totales de servicio en hospitales, sanatorios y cárceles, tanto públicos como privados, incluso si estos presentan deudas acumuladas.
Por otro lado, los usuarios no residenciales, como comercios e industrias, podrán enfrentar cortes totales del servicio si no regularizan su situación de pago. Para evitar el cese del suministro, AySA ofrece opciones como descuentos por pago al contado o la posibilidad de adherirse a un plan de cuotas para saldar las deudas acumuladas.
Estas medidas buscan equilibrar el derecho al acceso al agua en los hogares y servicios esenciales con la necesidad de la empresa de garantizar la sostenibilidad del servicio. AySA insta a los usuarios a regularizar su situación financiera para evitar inconvenientes mayores y mantener el acceso pleno al agua potable.