Durante su declaración en el juicio oral por el atentado que casi le costó la vida, Cristina Fernández de Kirchner compartió un emotivo relato sobre cómo su familia vivió aquella noche de terror, cuando Fernando Sabag Montiel intentó asesinarla. La expresidenta detalló que su hijo, Máximo Kirchner, estaba cenando en casa de un amigo en Parque Leloir cuando recibió la noticia que lo hizo salir apresuradamente hacia Recoleta, sin mayores detalles sobre lo que había sucedido.
Con la voz quebrada, Cristina contó que Máximo pensó en lo peor mientras se dirigía al lugar del ataque. La angustia lo invadió, temiendo que no le estuvieran contando la verdad sobre el desenlace del incidente. Este sentimiento le recordó la muerte de su padre, Néstor Kirchner, cuando también le habían dicho «algo pasó» sin darle detalles. Fue un empleado del aeropuerto de El Calafate quien lo recibió con la frase: «yo lo quería mucho a tu viejo», revelando así la tragedia.
El testimonio de Cristina ante el tribunal subrayó no solo el impacto personal y familiar del atentado, sino también el temor y la incertidumbre que acompañaron esos momentos cruciales. El ataque, que de milagro no se cobró su vida, dejó una huella profunda en la expresidenta y su entorno cercano, y su relato refleja la mezcla de miedo, dolor y recuerdos traumáticos que revivieron aquella noche.
El juicio por el atentado continúa, y el testimonio de Cristina Fernández de Kirchner agrega una dimensión humana al proceso judicial, destacando las consecuencias emocionales que el hecho tuvo en ella y su familia.