La historia se repite en el conurbano. Los «okupas» ven la oportunidad y sacan provecho de inmuebles abandonados o con contratos de alquiler vencidos como este caso, para hacerlos propios como «aguantadero», refugio o bien para desarrollar actividades ilícitas.
Vecino de la ciudad de Bernal, se comunicaron con el diario El Sol para denunciar esta intrusión en un edificio de la calle Zapiola 530 en el que desde hace varios años funcionan canchas de Paddle.
Los vecinos manifestaron su preocupación por los extraños y constantes movimientos nocturnos y manifiestan que allí se desarrollarían actividades relacionadas con juegos de azar ilícitos. Este tipo de actividades se encuentran alcanzadas por la ley provincial Ley 13470 de Prevención y Represión del Juegos de Azar Ilegal.
Cabe destacar que este medio pudo confirmar que desde el área de Fiscalización del municipio de Municipio de Quilmes se procedió a la Clausura del establecimiento en el mes de diciembre pasado con intervención de los Juzgados de Faltas, sin embargo, los intrusos hicieron caso omiso a la misma y continúan con sus actividades.
De igual forma se comprobó que el lugar funciona con una conexión clandestina de electricidad por lo que desde EDESUR estrían procediendo al corte definitivo del servicio y la denuncia penal correspondiente.
Los vecinos, por último, adelantaron nuevas presentaciones ante la municipalidad de Quilmes para lograr una nueva clausura y la solicitud de desalojo ante la justicia penal de Quilmes para poner fin a esta situación.