El Asalto al Capitolio: el día que Donald Trump llamó “un día de amor”

El Asalto al Capitolio: el día que Donald Trump llamó “un día de amor”
El Asalto al Capitolio: el día que Donald Trump llamó “un día de amor”

El 6 de enero de 2021, una de las fechas más oscuras en la historia reciente de Estados Unidos, cientos de seguidores de Donald Trump irrumpieron violentamente en el Capitolio en un intento de frenar la certificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden. Lo que comenzó como un mitin convocado por el entonces presidente republicano derivó en un ataque sin precedentes a la democracia estadounidense, con un saldo de cinco muertos, incluidos cuatro policías que se suicidaron en los días posteriores, y 140 uniformados heridos.

Pese a las imágenes y testimonios que dejaron en evidencia el caos y la violencia de aquel día, Trump ha intentado durante años reescribir el relato a su favor, llegando a calificarlo como “un día de amor”.

El ataque y sus consecuencias

El ataque comenzó cuando una multitud, alentada por discursos incendiarios en los que Trump insistía en falsas acusaciones de fraude electoral, rompió barricadas, destruyó ventanas y puertas, e irrumpió en los salones del Congreso. Legisladores y personal del Capitolio fueron evacuados o se refugiaron en lugares seguros, mientras los manifestantes desfilaban por los pasillos con banderas de apoyo al entonces presidente.

Entre las víctimas fatales se encuentra Ashli Babbitt, una manifestante que fue abatida por disparos de un policía mientras intentaba entrar a la Cámara de Representantes. En los días y semanas posteriores, cuatro agentes que respondieron al ataque se quitaron la vida, un recordatorio del profundo impacto psicológico que el evento dejó en las fuerzas de seguridad.

Reescribiendo la historia

Desde entonces, Donald Trump ha minimizado repetidamente la gravedad del ataque y sus consecuencias, refiriéndose al asalto como una manifestación pacífica y amorosa. Durante un evento público, el expresidente incluso declaró que aquel día había sido “un día de amor” y elogió a los participantes como “patriotas”.

Estas declaraciones han generado una fuerte condena por parte de críticos y defensores de la democracia, quienes consideran que los intentos de Trump por reescribir la historia son una amenaza para la verdad y el estado de derecho.

Un legado divisivo

A pesar de las múltiples investigaciones y procesos judiciales abiertos contra los responsables del ataque, incluidos algunos de los principales organizadores y participantes, el asalto al Capitolio sigue siendo un tema profundamente divisivo en Estados Unidos. Para muchos, representa un recordatorio de los peligros de la desinformación y la polarización política, mientras que para los seguidores más fervientes de Trump, el evento simboliza una lucha contra lo que consideran un sistema corrupto.

Hoy, el 6 de enero no solo es una fecha en el calendario, sino un recordatorio de cómo un solo día puede poner en jaque los pilares fundamentales de una democracia. Y mientras las heridas siguen abiertas, las palabras del expresidente, calificando el ataque como un acto de amor, continúan encendiendo el debate sobre la memoria y la verdad en el discurso político estadounidense.