En un contexto de crisis económica y política que él mismo ha calificado como de «riesgo extremo», el ex Presidente ha tomado una postura cautelosa respecto a Luis «Toto» Caputo, evitando avanzar en acciones que puedan desestabilizar aún más la situación. Fuentes cercanas aseguran que su principal preocupación es evitar un colapso económico que pueda tener consecuencias irreparables para el país. Sin embargo, en otros aspectos estratégicos, el ex mandatario ha decidido avanzar con determinación.
Uno de los movimientos más destacados es el impulso para que Guillermo Dietrich, ex ministro de Transporte, asuma el control de sectores clave de la economía a través de un “superministerio”. Este nuevo organismo tendría bajo su órbita la administración de la hidrovía, un recurso vital para el comercio y la logística del país. La intención es centralizar el control de infraestructuras críticas y asegurar que estén alineadas con la visión de desarrollo del ex Presidente y su círculo cercano.
Otra figura central en esta estrategia es María Eugenia Vidal. El ex Presidente considera que Vidal es la pieza fundamental que necesita su Gabinete para lograr un reordenamiento político y administrativo. Según sus allegados, confía en su capacidad de gestión y en su experiencia para traer estabilidad en un momento en que el país enfrenta desafíos significativos.
En el plano internacional, Paolo Rocca, uno de los empresarios más influyentes del país, ha comenzado a mover sus fichas para formar un bloque “anti China”. Este polo, conformado por líderes empresariales y políticos, busca contrarrestar la creciente influencia de China en la región y promover una mayor alineación con potencias occidentales, en particular con Estados Unidos.
Finalmente, los “Unicornios” tecnológicos del país, empresas que han alcanzado valoraciones de mil millones de dólares o más, han manifestado su apoyo al modelo económico y político que promueven Javier Milei, Elon Musk y Donald Trump. Estos empresarios ven en las políticas de desregulación, reducción de impuestos y promoción de la libertad económica una oportunidad para crecer y expandirse a nivel global.
En conjunto, estos movimientos delinean una estrategia que, aunque precaria y llena de riesgos, busca establecer un nuevo orden económico y político en el país, en sintonía con tendencias globales y en claro contraste con la influencia china en la región.