El Gobierno reconoció que está preparando un esquema de cortes programados de electricidad que afectará principalmente a usuarios industriales durante el verano, en un intento por evitar que la crisis energética afecte también a los hogares en los momentos de mayor demanda. La noticia generó preocupación, pero fue acompañada de anuncios sobre futuras medidas destinadas a incrementar la generación eléctrica y minimizar el impacto sobre los usuarios residenciales.
El plan incluye una serie de iniciativas para garantizar el suministro en los picos de demanda, entre ellas la importación de energía y potencia desde Brasil en días críticos. Además, se están gestionando acuerdos con Paraguay para aumentar los intercambios energéticos a través de la represa de Yacyretá, aprovechando su capacidad de generación.
Otra de las medidas propuestas es la implementación de un mecanismo de incentivos para mejorar la disponibilidad de generadores térmicos, cruciales en momentos de alta demanda. Estas acciones, según el Gobierno, buscan reforzar la red y asegurar que los hogares no enfrenten apagones durante los días más calurosos del verano.
A pesar de los anuncios, sectores industriales han expresado su preocupación por el impacto que los cortes programados podrían tener en la producción, y advierten sobre posibles pérdidas económicas y logísticas. En tanto, el Gobierno sigue buscando equilibrar la oferta y la demanda energética para evitar una crisis de mayores dimensiones durante la temporada estival.