Quilmes acaba de sumar a tres juveniles provenientes de las inferiores de San Lorenzo: Luciano Cuella (volante, categoría 2004), Tobías Garro (extremo, categoría 2003) y Damián Cabrera (lateral derecho, categoría 2004). Todavía ninguno de ellos ha debutado en Primera, y su llegada ha generado cierto malestar en el seno del club y entre los hinchas.
La decisión de apostar por jugadores formados en otra institución ha generó polémica porque muchos se preguntar si estos refuerzos juveniles terminarán tapando a los chicos que vienen pidiendo pista desde las inferiores propias.
El riesgo, dicen muchos, es que la falta de espacio para los juveniles del club termine frustrando a una camada que podría ser clave en el futuro.
Resta ver si estos refuerzos realmente hacen la diferencia o si terminarán siendo una apuesta fallida en detrimento de los chicos que llevan años formándose en Quilmes.