El plantel de Quilmes cumplió con su segundo día de trabajo en la semana previa al decisivo partido que jugará el próximo sábado a las 17 frente a Nueva Chicago en Mataderos.
Lo más importante fue que el entrenador Sergio Rondina no tiene complicaciones para decidir sobre la formación del equipo, ya que tendrá a todos los jugadores a su disposición para el partido de vuelta, donde se definirá el que avanzará a la próxima fase del Reducido.
La actividad, como ocurrió en el primer día, volvió a ser diferenciada. Los titulares hicieron ejercicios con pelota más livianos que los suplentes, en el campo auxiliar.